jueves, 18 de marzo de 2010

LA MUERTE


Debe ser que voy cumpliendo años, y consecuencia de ello empiezo a pensar en cosas que con otra edad ni habrían asomado a mi mente, pero en fin, la realidad es que aquí están y por lo tanto, mejor aceptarlas como vienen.

Os habéis dado cuenta que hasta da un poco repelús nombrarla?, …“pensar en cosas”, ….“en realidad aquí están”, joder, hablo de la muerte!, pero que es la muerte?. Alguien me podría decir que es realmente la muerte?, es el se acabó todo para siempre?, es el cero total?, es el ya no hay nada más?, que coño es la muerte?.

No hablo de dolencias, enfermedades o deterioros de salud, que si que suponen sufrimientos físicos para el que los padece y sus seres queridos, me estoy refiriendo a la muerte.

Una vez se apaga la luz, para el que acaba de irse, ya no hay más, y aun estando ahí de cuerpo presente, ya ni siquiera se está percatando de las lágrimas que vierten sus familiares y amigos. Cero total, y a partir de ese mismo instante, la materia empieza a deteriorarse hasta pudrirse del todo y llegar a la desintegración, es como si la naturaleza quisiera eliminar eso que existió durante todos esos años sin dejar rastro alguno para que otro ocupe su lugar, “polvo eres y en polvo te convertirás”.

Luego viene la parafernalia: Que si el duelo, donde se reúne gente que no se veía en años para contar chistes y anécdotas insulsas, (gracias a Dios que ya cierran las salas de velatorio y no hay que estar “aguantando el tirón” durante toda la noche, ¡magnífico invento!), a ver si se reciben coronas de este o de aquel, etc. Más tarde, el responso a modo de misa si eres católico, la incineración o el entierro; aún no sé lo que prefiero, creo que lo mas limpio y práctico es que te incineren y así evitas irte pudriendo lentamente, y por último, cada uno a sus asuntos y esa gente que no se veía en años, a esperar al próximo, si no es que le toca a uno de ellos que entonces no se enterará de nada.

A partir de ahí, los que en realidad te querían, de vez en cuando sentirán tu ausencia, y echarán de menos este o aquel gesto que hacías, o esa mirada tuya en momentos determinados, pero tu, tu ya cero, nada de nada, simplemente, no existes, ya ni sientes ni padeces.

En algunos lugares, cuando la muerte llega hasta hacen fiesta, piensan que no es el final, sino el principio, y digo yo, si es el principio de algo tan bueno, ¿por qué no aceleran el proceso?, lo que parece cierto es que como aún nadie vino a explicárnoslo preferimos (fanatismos aparte) aguardar a que nos llegue y cuanto más tarde mejor.

La muerte,…. ¿qué es la muerte?, alguien me puede responder a eso?, en mi opinión es cero, se acabó, no hay más, y a partir de ahí, un recuerdo para los que se quedan, así que tratemos de hacerlo muy bien durante el tiempo que vivimos, para que ese recuerdo sea lo mas grato posible para ellos, el que se va, ya ni siente ni padece.

1 comentario:

  1. Hace unos 40 años apareció un graffiti en el metro de Nueva York:
    Is there life before death? (¿hay vida antes de la muerte?)
    Ésta pintada, poética, profunda y seguramente deprimida supuso todo un revulsivo en una sociedad harta de un capitalismo aferrado a una clase media norte-americana emergente con valores que rasgaban la superchería. La pintada fue un revolución en las universidades de Nueva York, e incluso los discípulos de Einstein en Princenton abanderaron tal idea en pro de que la ciencia de una vez por todas se ocupase de temas literalmente humanos, como la felicidad de la sociedad, antes que de descubrir la idea nada práctica de vida después de la muerte.
    El tío que escribió, o mejor apuntado, que pintó tal graffiti, seguro que no era cabal de lo que iba a suceder a través del pulso de su muñeca, pero dio en el clavo, absolutamente. Y de eso se trata, de descubrir la vida antes de la muerte, de seducirla, de contaminarse de ella, de amarla. Gran parte de la comunidad científica está en ese camino, y por fin grandes avances ahora en estudio, serán capaces de hacer sociedades e individuos más felices, pero sin lugar a dudas el punto de partida es cambiar el pensamiento de vida después de a vida antes de.

    Por otra parte, y esto es un pensamiento propio, tú me lo habrás oído decir muchas veces Pedro,” el mayor legado que puede dejarse a los que queremos es un hermoso recuerdo, porque en sus memorias está el alargamiento de lo que una vez fuimos”. Una vez muertos, muertos estaremos, por siempre. Y sí, para mí la muerte es sencilla y llanamente eso: la nada, cero. La especie humana lleva en éste planeta 175.000 años, pues bien en dónde demonios he estado yo durante 174.962 años, en ningún sitio, sencillamente no existía, o sea que este puñado de células organizadas que me hacen único y mortal andaban cada una de sus químicas en “otros asuntos” y mañana cuando se desintegren, cuando curse el caos de esa organización tal organización será NADA. Por tanto eso, dejar un poso de hermosos recuerdos en aquellos que nos hicieron sentir amados.

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